Informe sobre los modelos de enseñanza y la disciplina escolar.



Introducción

Los modelos de enseñanza  en el vaivén de la historia educativa y social, han sufrido cambios sumamente drásticos y un crecimiento en las diversidades socioculturales dentro de las poblaciones en edad preescolar, escolar, post-escolar e incluso en las diferentes generaciones, puesto que busca no solo complementar gran parte del proceso formativo en los estudiantes sino que además permite el acceso de nuevos conocimientos y metodologías sistemáticas que garanticen una alta calidad en el manejo de todos los dominios de aprendizaje (dominio psicomotor, dominio cognitivo, y de manera esencial el dominio afectivo), incluyendo la apreciación de los ambientes múltiples y la sensibilidad de estos espacios.
En este trabajo conoceremos lo que es un modelo de enseñanza y algunos de esos modelos que están agrupados en familia, que a la vez se dividen en grandes grupos. Hablar de modelo de enseñanza es muy complejo ya que existen muchos modelos para enseñar, pero la diputa radica en que; ¿cómo se aprende mejor?, con los modelos tradicionales o con los nuevos modelos de enseñanza. De manera explícita y resumida podrán encontrar que cada modelo en su momento jugo un papel importante y tuvo su efecto, está a su criterio juzgar o decidir con cual están de acuerdo.




Un modelo de enseñanza es mucho más que un método o un programa, es un plan estructurado que puede usarse para configurar un currículum (curso de estudios a largo plazo), para diseñar materiales de enseñanza y para orientar la enseñanza en las aulas” (Joyce y Weil, 1985: 11).
Los modelos de enseñanza son, por una parte, marcos de racionalidad sobre los que los educadores fundamentan sus acciones y, por otra, fuente permanente de recursos para la acción. De este modo, los modelos proporcionan los cuadros cognitivos que permitan asignar significado y valor a una determinada realidad, ya sea una situación educativa o una forma de actuar. Es decir, los modelos de enseñanza contribuyen a la configuración de la práctica educativa y, por tanto, a la construcción de las condiciones para el aprendizaje y de los modos concretos de enseñar, proporcionando a los educadores marcos de referencia dentro de los cuales sus decisiones adquieren significación, sentido y, sobre todo, valor.
 En consonancia, los modelos de enseñanza son una respuesta estratégica basada en la modulación de las posibilidades y limitaciones que cada uno de los modelos educativos ofrece, de aquí que el profesorado no puede limitarse, en ningún caso, a realizar una aplicación más o menos consciente de un determinado modelo de enseñanza, por muy amplias que sean sus posibilidades. Más aún, una respuesta estratégica como la que proponemos (integrando distintos modelos de enseñanza) reclama una atención preferente a los modelos que ya están configurando la práctica docente y el currículo real del centro educativo para dotar de valor educativo a esos modelos y, en caso necesario, introducir modificaciones.
 Creemos que la fuerza de la educación reside en la utilización inteligente de tal variedad de enfoques, adaptándolos a los diferentes objetivos y a las características de los alumnos. La competencia docente surge de acercarse a niños diferentes creando un medio multidimensional y rico. (Joyce y Weil,1985: 9).
Esta cita nos aclara que debemos concentrarnos en la búsqueda de una forma de integrar los modelos que contribuyan a la creación de ambientes de aprendizaje que favorezca la adquisición de las competencias. Para lograr esto es necesario la integración de distintos modelos de enseñanza.
 Dewey, proponía un nuevo principio de integración, un principio que permitiera determinar el valor educativo de las distintas formas o modelos de enseñanza y que permitiera, en base a ese valor, construir la práctica educativa más adecuada. Pues bien, en la actualidad, cuando se ha producido una reformulación de los aprendizajes imprescindibles en términos de competencias básicas y se pretende lograr que estos nuevos aprendizajes actúen como factor integrador, la búsqueda de un principio que ayude a determinar el valor educativo de los distintos modos de enseñar vuelve a ser indispensable.
Si concluimos  en que la enseñanza puede ser concebida, de acuerdo con Dewey, como el proceso de construcción de las condiciones para el aprendizaje y, además, consideramos que el conjunto de condiciones para el aprendizaje pueden ser denominadas como “entornos” o “ambientes” para el aprendizaje, podemos llegar a aceptar que nuestro principal problema podría ser formulado así: ¿cómo se construye la enseñanza, o lo que es lo mismo cómo llegar a configurar los distintos entornos para el aprendizaje? y ¿cómo podemos llegar a reconocer y valorar los modos concretos de enseñanza?, esto es: los distintos entornos para el aprendizaje.
Existe una gran diversidad de modelos de enseñanzas, que para ser comprendido más fácil están agrupados en tres familias de acuerdo a sus autores, que a la vez incluyen modelos para la mejora del comportamiento o disciplina en la escuela.
A continuación, presentaremos algunos de esos modelos:
MODELOS CONDUCTUALES
·         Modelo de control de contingencias.
Desarrollar algunas habilidades básicas de comportamiento. (Skinner, 1953).
·         Modelo de autocontrol.
Desarrollar algunas habilidades básicas de comportamiento personal y de relación social. (Skinner, 1953).
·         Modelo de entrenamiento afirmativo.
Facilitar la expresión directa y espontanea de los sentimientos en un medio social.
MODELOS COGNITIVOS Y CONSTRUCTIVOS
·         Modelo de desarrollo cognitivo.
Potenciar el desarrollo intelectual general, especialmente el desarrollo lógico. (Piaget 1952).
·         Modelo de Mnemotecnia.
Facilitar la memorización de los contenidos, a través de un conjunto de técnicas. (Lewis, 1982; Anderson, 1976).
·         Modelo de indagación.
Facilitar el aprendizaje de contenidos por descubrimientos. (Richard Suchman, 1962).
MODELOS DE INTERACCIÓN SOCIAL O DE DESARROLLO SOCIAL
·         Modelo de juego de roles.
Desarrollar los valores personales y sociales.
·         Modelo jurisprudencial.
Desarrollar la capacidad de resolver problemas sociales, mediante el estudio de casos. (Oliver y Shaftel, 1967)
·         Modelo de simulación social.
Desarrollar la comprensión de los procesos de decisión y la forma personal de decidir.
Ahora bien, estos son excelentes modelos de enseñanza, pero ¿cómo aprende el alumno del siglo xxi? En plena era digital en donde tenemos los llamados nativos digitales, es una alegría saber que se cuenta con modelos de enseñanzas eficaces para trabajar con los nativos digitales tales como: la web 2.0, las TIC entre otras herramientas que permiten o sirven de puente entre el alumno y los nuevos modelos de enseñanza.


Conclusión
En definitiva, debemos creer en los nuevos modelos de enseñanza basados en la tecnología de la información y la comunicación, bajo la expectativa de que las generaciones futuras tendrán una agenda distinta para salir adelante. Esto quiere decir que las nuevas generaciones tendrán mejores modelos y no es que los modelos pasados están o estuvieron mal, sino que, la forma de aprender y de recibir la enseñanza va en continuo cambio.
Por esta razón los docentes debemos estar abiertos a todos los cambios y formas de modelos de enseñanza que se presenten, claro que hay que ser objetivo a la hora de analizar cada caso. Pero siempre dispuestos a aprender.





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